Sábado 11 de Mayo 2024
VIª Semana de Pascua B
Textos Bíblicos: L1 Hch 18,23-28; Sal 46
+Lectura del santo evangelio según san Juan 16,23b-28
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Yo os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre.
Reflexiones. –
Este evangelio nos enseña una de las características de la oración cristiana: orar es incorporarnos a la plegaria de Cristo. Cuando el cristiano ora, no es un aislado ante Dios: su oración se une a la oración de Cristo al Padre, y adquiere la misma significación que la oración de Jesús. Orar al Padre en nombre de Cristo significa reconocer sus orígenes, su divinidad. No importa lo que se pida, importa que se pida en su nombre, con fe en Él. En vez de preguntas el creyente podrá y deberá hacer oración, no querrá tanto conocer cuanto mostrarse reconocido. Jesús no ha abandonado a los suyos, les ha posibilitado la alegría plena, que nace de la oración y característica de la comunidad que ha reconocido a Jesús resucitado.
Aquel día serán escuchados, porque, habiendo recibido el Espíritu de Jesús, tendrán en sí el amor del Padre. De la tierra, suben sin cesar plegarias, de amor y de fe. Del cielo, descienden sin cesar gracias y palabras divinas, de amor. San Pablo nos escribe que Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Tim 2. 5). Pues a veces podemos pedir aquello que no nos conviene y ahí está Cristo para purificar nuestras peticiones. Jesús nos invita a orar en su nombre para que nuestra alegría sea completa. El Padre ama al creyente de la misma manera que ama a Jesús. Así el Padre, Jesús y sus seguidores forman una unidad. El Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
ORACIÓN: Señor, te doy gracias por me escuchas.
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