Jueves 23 de Mayo 2024
VIIa Semana Ordinaria B
JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE
Textos Bíblicos: L1 Isaias52,13 – 53,12 o Heb. 10,12-23; Sal 39

+Lectura del santo evangelio según san Lucas 22,14-20

Llegada la hora, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: "He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer, hasta que se cumpla en el reino de Dios." Y, tomando una copa, pronunció la acción de gracias y dijo: "Tomad esto, repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios. Y, tomando pan pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía." Después de cenar, hizo lo mismo con la copa, diciendo: "Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros."

Reflexiones. –

Hoy, la liturgia nos invita a adentrarnos en el maravilloso corazón sacerdotal de Cristo. Dentro de pocos días, la liturgia nos llevará de nuevo al corazón de Jesús, pero centrados en su carácter sagrado. Pero hoy admiramos su corazón de pastor y salvador, que se deshace por su rebaño, al que no abandonará nunca.

Un corazón que manifiesta ansia por los suyos, por nosotros: Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer (Lc 22,15). Este corazón de sacerdote y pastor manifiesta sus sentimientos, especialmente, en la institución de la Eucaristía. Comienza la Última Cena en la que el Señor va a instituir el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre, misterio de fe y de amor. San Juan sintetiza con una frase los sentimientos que dominaban el alma de Jesús en aquel entrañable momento: Sabiendo Jesús que había llegado su hora (...), como amase a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin (Jn 13,1). Su amor no se limita a los Apóstoles, sino que piensa en todos los hombres.

La Eucaristía será el instrumento que permitirá a Jesús consolarnos "en todo lugar y en todo momento". Por medio del sacerdote, que con su servicio, nos introduce en la memoria del Señor, no sólo en su pascua, sino en el misterio de toda su obra, desde su bautismo hasta su pascua en la cruz. El sacerdote hace presente a Cristo. Es el alma del mundo. Donde falta Dios y su Espíritu él es la sal y la vida. No hace cosas sino santos. Sean santos...


ORACIÓN:
Dadnos, Señor, sacerdotes según tu corazón.




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