Domingo 05 de Mayo 2024
VIª Semana de Pascua B
Textos Bíblicos: L1 Hch 10,25-26. 34-35.44-48; Sal 97; L2 1Jn 4,7-10

+Lectura del santo evangelio según san Juan 15,9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»

Reflexiones. –

Que distinta la piedad de Jesús de la de los judíos de su tiempo. Éstos tenían muchas leyes, muchos preceptos, muchas normas. Jesús sólo tiene una: La Ley del amor. Lo que nos dejó Jesús como testamento y norma suprema es “que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado”.

Lo que nos distingue como cristianos ni siquiera es el amor sino el amor tal y como lo entendió Jesús. Y Jesús entendió el amor hasta estar dispuesto a dar la vida por las personas que amaba. Lo ideal del cristiano es vivir para amar, vivir desviviéndose por los demás, gastar la vida amando, de modo que la mejor manera de perder el tiempo sea emplearlo en algo que no se pueda reciclar en amor.  En el cristianismo el amor no es un consejo sino un precepto, un mandato.

Uno se pregunta: ¿Se puede obligar a amar? Jesús no obliga a nadie a ser cristiano, pero en el momento que uno opta por serlo, ya no es libre para el amor, porque en el momento que dejo de amar, dejo de ser cristiano. Es imposible encontrar a un cristiano sin amor, como no es posible encontrar a un humano vivo sin pulso.

 
ORACIÓN:
Gracias, Dios mío, por tu exigencia en el amor. Tú has ido por delante para que no tengamos excusas.





Siguiente Día


_______________________________________________________________________

© 2024 Congregación de la Misión - Puerto Rico, Padres Paúles