Martes 28 de Enero de 2025
IIIa Semana Ordinaria C
Santo Tomas de Aquino, Presbítero y Doctor de la Iglesia
+Lectura del santo evangelio según San Marcos (3,31-35)
En aquel tiempo llegaron la madre de Jesús y sus hermanos, y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada a su alrededor le dijo: ¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan. El les responde: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.
Reflexión. –
Este pasaje de la madre y los hermanos de Jesús aparece también en Mateo 12, 46-50, y también lo relatan Lucas y Juan. Lo que siempre se nos ocurre primero es explicar que la palabra "hermanos" en aquel tiempo y cultura se refería o abarcaba a todos los parientes más cercanos. Lo segundo es la hermandad en la fe, que el mismo Jesús explica y es la que probablemente les interesa a los evangelistas destacar. Y es que nadie está más cerca de Dios que el que escucha y cumple su palabra.
Los textos donde se menciona a los hermanos de Jesús no tuvieran tanta importancia si no fuera porque los protestantes lo usan para atacar la virginidad de María, concluyendo que si Jesús tuvo más hermanos estos tendrían que ser necesariamente hijos de María y, por tanto, María no sería virgen, porque en ellos no se obró el mismo milagro que en Cristo; es decir, que no fueron concebidos ni nacieron por obra del Espíritu Santo. Por tanto, María no sería virgen ni tendría tal merito como le atribuimos y veneramos. Pero con esto no hacen más que opacar la importancia de María como madre de Jesús y madre espiritual nuestra. Así se excluyen ellos mismos del valioso testamento que nos fue dado por el mismo Jesús desde la cruz: "Madre, he ahí a tu hijo; hijo, he ahí a tu madre".
ORACIÓN: María, madre y virgen, ruega por nosotros.
