Palabra y Vida del Mes de Noviembre 2024
Introducción. –
El mes de Noviembre dedicado a todos los Santos y las almas del purgatorio. Iniciamos este mes con una mirada a la santidad, con la solemnidad de Todos los Santos y el día siguiente la Conmemoración de los Fieles Difuntos. La fiesta de Todos los Santos nos invita a recordar que esa es nuestra meta: sean santos como Dios es santo (Lev. 19, 2).
Las reflexiones evangélicas propuestas para este mes tienen como finalidad: ayudarnos a vivir nuestra vocación a la santidad y honrar debidamente a nuestros seres queridos difuntos. La solemnidad de todos los santos “nos invita a compartir el gozo celestial de los santos, a gustar su alegría” El destino de cada uno de nosotros es llegar a ser santo. Todos por el bautismo tenemos acceso a la santidad. La santidad es para todos. De hecho, esta Solemnidad sirve para “suscitar en nosotros el gran deseo de ser como los santos, felices por vivir cerca de Dios, en su luz, en la gran familia de los amigos de Dios”.
Al conmemorar a todos los fieles difuntos, dirijámonos “nuestra mirada a los numerosos rostros que nos han precedido y que han finalizado el camino terreno.” Como lo requiere la tradición, muchos de nosotros en estos días van a visitar los cementerios para rezar por los seres queridos que nos han dejado. Nuestras visitas en estos cementerios expresan entre otras cosas “nuestro afecto”. Es un gesto muy sencillo pero que “expresa nuestro amor y nuestra esperanza en la resurrección de los muertos”. No dejes de orar por sus difuntos. Dependen de nuestra oración y la de la Iglesia.
Al final de este mes, en toda la Iglesia tenemos la oportunidad de celebrar a Dios en nuestra Madre Santísima, la Virgen María el día 27, bajo la advocación de la Inmaculada de la Medalla Milagrosa.
Estamos infinitamente agradecidos con todos aquellos y aquellas de ustedes por la aceptación que han brindado a esta pequeña obra “Palabra y Vida”, gracias por sus aportaciones.
Que el Señor y la Virgen María, nuestra Señora de la Medalla Milagrosa nos derraman abundantes bendiciones hoy mañana y siempre.