Lunes 27 de Enero de 2022
IIIa Semana Ordinaria C
+Lectura del santo evangelio según San Marcos (3,22-30)
En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.» Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.» Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Reflexión. –
Los escribas, que habían bajado de Jerusalén, blasfemaban adrede y lo que no podían negar lo alteraban con una interpretación errada, como si no fuesen obras de la Divinidad, sino del más impuro de los espíritus. Lo hacen porque están alarmados por la naturaleza radical de lo que está haciendo Jesús, y por el cambio de mente y corazón que Él requiere. Los escribas
resisten el poder del Espíritu y difunden historias maliciosas acerca del Él. Pero la muchedumbre que viene de aquella ciudad y de otras partes, sigue al Señor.
Jesús les dice que tienen excusa los que blasfeman contra Él, porque no lo ven sino como un hombre despreciable y bajo; pero no tienen perdón las blasfemias dirigidas contra el Espíritu Santo que es Dios. Que la comprensión de nuestra debilidad nos lleve a buscar la ayuda y el auxilio de Dios, a velar, orar y humillarnos para no caer en tentación.
El mal que hagamos en contra de los nuestros nos lo hacemos a nosotros mismos. El pecado contra el Espíritu Santo no puede perdonarse, porque los pecados se perdonan por él, y no acudiremos a él si nosotros mismos lo hemos difamado.
ORACIÓN: Espíritu Santo, guárdanos de toda división y de pecar contra Ti.
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