Lunes 25 de Noviembre 2024
XXXIVa Semana Ordinaria B
+Lectura del santo evangelio según San Lucas 21,1-4
En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Reflexión:
Jesús se fija en una pobre viuda que, aunque pasaba necesidad, ha echado en la colecta del templo todo lo que tenía para vivir. Es muy conmovedor encontrarse con esas personas humildes y sencillas que saben darlo todo para Dios. No temen al desamparo ni la incertidumbre, porque su confianza esta puesta en el Señor.
Jesús valora tremendamente la actitud de desprendimiento de aquella mujer, señal de la libertad interior de los que buscan con primordial interés el Reino, y la pone de ejemplo ante la gente y ante sus discípulos. Cada persona que como esta pobre viuda se desprende hasta de lo único que tiene para ayudar a otros, está haciendo posible la realización del Reino que Jesús proclamo e instituyo y al cual nos invita.
Esta virtud de la pobreza, notable en el gesto del total desprendimiento, se convierte en fuente de bienestar para la persona y para la comunidad. Es el estilo de vida que puede salvar a la humanidad. Es la varita mágica que, unida a la fe, cambiaría el odio por amor, la guerra por la paz, el egoísmo por generosidad, el individualismo por comunión...En un mundo en que se habla tanto de los signos de perdición, hay que hacer como Jesús y levantar los ojos para ver y promover los signos de salvación. Es bonito ver que muchos discípulos de Jesús siguen entregando sus bienes y sus vidas en la misión del Reino.
ORACIÓN: Señor, que no acumule lo que otros necesitan.